ECOAQUA participa en un estudio novedoso de ámbito nacional en el que se observará la navegación de carabelas portuguesas

La investigación, que se está desarrollando con drones de seguimiento, persigue conocer los patrones de navegación de esta especie para predecir cuándo y a qué localizaciones de las costas canarias podrían llegar

El Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (ECOAQUA), de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), a través del grupo de Ecofisiología de los Organismos Marinos (EOMAR), ha iniciado la primera campaña de observación de la fragata o carabela portuguesa (Physalia physalis) en aguas de Gran Canaria en el marco del proyecto PHYSALIA en el que también participan el Observatorio Marino de Asturias del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo (UNIOVI) y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, a través del Centro Superior de Investigaciones Científicas (ICMAN).

El proyecto ‘Evolución de la Navegación Biológica a Vela’, cuyo acrónimo es PHYSALIA, persigue analizar los patrones de navegación de las carabelas portuguesas, con el objeto de entender su evolución y mejorar las predicciones de su llegada a la costa.

 

De esta forma, además de los patrones de navegación, el proyecto PHYSALIA pretende arrojar luz sobre la biología, la distribución espacial y los mecanismos que determinan la estacionalidad de este organismo, pariente de las medusas, del que se conoce muy poco y que, sin embargo, llega frecuentemente a las costas canarias, generando los inconvenientes ya conocidos a los bañistas en las playas.

 

Para ello, un equipo interdisciplinar de oceanógrafos, ecólogos evolutivos, ingenieros y modeladores están realizando observaciones in situ de las carabelas portuguesas en el mar y modelarán esas observaciones.

 

Instante del seguimiento con dron junto a la lancha de los investigadores a uno de los ejemplares de Physalia o carabela portuguesa.

Los modelos de navegación resultantes serán combinados posteriormente con otras variables como el viento, las corrientes marinas y el tamaño de las carabelas para construir modelos basados en agentes (MBA) que simulen la dinámica poblacional de esta especie en un océano virtual.

 

Esta primera campaña de observación se prolongará hasta el próximo 17 de marzo del presente año en distintas localizaciones de la isla de Gran Canaria como Las Canteras  o Taliarte.

 

Seguimiento con drones en una iniciativa única

Para ello, desde esta semana se están realizando ya vuelos con drones de seguimiento de las carabelas para determinar sus trayectorias de navegación. El procedimiento se lleva a cabo con un dron en posición cenital sobre una carabela a la mínima altura posible sin que perturbe las condiciones de viento en la superficie, registrando durante 10 minutos su posición, la orientación de la vela y el comportamiento de la colonia.

 

Se trata, afirma May Gómez, directora de EOMAR e investigadora principal del proyecto por parte de ECOAQUA, de una iniciativa científica novedosa. “Solo existe un precedente de hace 70 años, en el que investigadores ingleses hicieron un seguimiento de unas pocas carabelas portuguesas en barca en aguas de Tenerife. Desde entonces, no se ha desarrollado ningún proyecto similar, aunque estas observaciones iniciales se siguen utilizando hoy en día para predecir la llegada de estos peligrosos animales. En este proyecto, el seguimiento se realiza con drones y con boyas de deriva equipadas con sensores de viento y de corriente para conocer la mecánica que propicia los desplazamientos de estas fragatas y cómo lo llevan a cabo”.

 

Ejemplar de Physalia o carabela portuguesa.

A diferencia del estudio pionero, donde solo se observó a unos pocos ejemplares, el objetivo de esta investigación en la que participa EOMAR es intentar seguir a un número aproximado de 50 ejemplares. “Esta cifra nos dará una cifra replicable estadísticamente para su observación”, apunta Gómez.

 

“Este seguimiento es muy relevante porque saber cómo se desplazan, qué velocidad alcanzan gracias al viento y cómo se mueven, nos ayudará a conocer porqué llegan hasta nuestras costas y, sobre todo, lo que es más importante aún, prever cuándo van a llegar a los litorales y a qué localizaciones gracias a los modelos de predicción que obtendremos tras estas observaciones”, añade la investigadora de ECOAQUA.

 

EOMAR está colaborando en el seguimiento con los drones, en la observación de sus movimientos y aportando datos sobre su estructura biológica. “Tenemos ejemplares en cultivo, alimentados por primera vez en un entorno controlado a lo largo de 21 días, y eso nos aporta luz para conocer la fisiología y los mecanismos biológicos de esta especie antes de volver a liberarlas en el océano y observar cómo navegan”

 

Uno de los investigadores accede a la boya dotada con sensores mientras el dron está en pleno vuelo.

Al finalizar la observación se obtienen fotografías submarinas de los tentáculos de estas fragatas desde una lancha neumática para determinar sus dimensiones. Posteriormente, cada espécimen se saca del agua y se le realizan diversas mediciones morfométricas.

Esta especie es muy delicada por lo que resulta imposible colocarles sensores. Por ello, asegura Gómez, en una segunda fase, “se va intentar desarrollar réplicas de Physalias que naveguen de forma similar a las que sí se podrán sensorizar”.

 

El proyecto, financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno español, tiene un plazo de ejecución que culminará el 31 de agosto de 2027 y cuenta con la colaboración de la red de avistamientos REDPROMAR. Además de May Gómez, participan como IP’s de los distintos subproyectos los investigadores José Luis Acuña y Fernando González Taboada por la Universidad de Oviedo y Laura Prieto por el Instituto de Ciencias Marina de Andalucía.