Tras tres años y medio de trabajo y con una cofinanciación de la Comisión Europea cercana al millón de euros, el proyecto MOVE ha culminado con el mapeado de los hábitats y los servicios ecosistémicos de siete regiones ultraperiféricas de la Unión Europea: Azores, las Islas Canarias, San Martín, las Islas Malvinas, Martinica, la Isla de la Reunión y la Guayana Francesa, sentando las bases, procedimientos y fórmulas de colaboración para llevarlo a cabo en el futuro en toda la Unión Europea de ultramar.
MOVE involucró y capacitó a agentes locales en las metodologías de Mapeado y Evaluación de los Ecosistemas y sus Servicios (MAES), una metodología que se ha convertido en un componente fundamental de la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2020 y 2030. Esta estrategia, en la acción 5 de su objetivo 2, instaba a los Estados miembros a cartografiar y evaluar el estado de los ecosistemas y sus servicios en sus territorios nacionales, creando una base de conocimientos a escala europea, necesaria para el avance de los objetivos de biodiversidad y fomentando políticas informadas sobre agricultura, agua, clima y planificación del paisaje.
Junto a todo esto, era necesario un proyecto específico para los territorios de Ultramar de la UE [que incluyen las Regiones Ultraperiféricas (RUP) y los Países y Territorios de Ultramar (PTU)], todos reconocidos por su excepcional biodiversidad.
El enfoque participativo adoptado en el proyecto MOVE ha permitido la aplicación de las herramientas y modelos más avanzados para cartografiar, valorar y evaluar los servicios de los ecosistemas, aprovechando las infraestructuras azules y verdes de las entidades de ultramar de la UE.
Así lo explica Carolina Parelho, responsable del equipo de coordinación y gestora del proyecto, que ha liderado el Fondo Regional para la Ciencia y la Tecnología (FRCT) del Gobierno de Azores, que subraya que “los casos de estudio desarrollados por MOVE ha sido, sin duda, una importante contribución a la implantación del MAES en cada una de las regiones participantes. Hoy en día, los actores locales y las partes interesadas disponen de herramientas, métodos y enfoques a medida para hacer frente a los retos actuales y futuros de la cartografía y la evaluación de los servicios de los ecosistemas”.
El primer paso de MOVE fue evaluar el estado del MAES en las RUPs y los PTU participantes y movilizar a las partes interesadas para la definición de los casos de estudio y las contribuciones específicas que debía realizar el proyecto, lo que permitió conocer y explotar las necesidades, expectativas y cuellos de botella de las partes interesadas en la implementación de MAES en cada una de las áreas participantes.
Con el apoyo de los socios de MOVE y de los agentes implicados en cada caso, se elaboró un estudio de viabilidad de la Lista Roja de Ecosistemas, basado en el marco global de la UICN, específicamente para la UE de Ultramar. Este estudio supuso una sólida contribución para apoyar la aplicación de prácticas de conservación, protección y gestión sostenible en la UE de ultramar, además de informar sobre la disponibilidad de datos, la identificación de prioridades, las recomendaciones y los próximos pasos a seguir.
Otro de los principales logros del proyecto fue la elaboración de un Plan Estratégico MAES para la UE de Ultramar. Este documento integra todos los conocimientos recogidos en la aplicación del proyecto MOVE, las lecciones aprendidas y los próximos pasos a desarrollar en una hoja de ruta que pretende facilitar la aplicación de MAES en toda la UE de ultramar, orientando las políticas locales y las intervenciones de los Estados miembros y la Comisión Europea.
“La estrategia conlleva acciones específicas que abarcan la recopilación y el intercambio de datos, la eliminación de las lagunas legislativas y reglamentarias, la mejora de la interacción entre la ciencia y la política, el aumento del apoyo y la concienciación del público, la mejora de la capacidad administrativa a nivel local y la incorporación de los servicios de los ecosistemas en los instrumentos financieros y económicos”, puntualiza Carolina Parelho, doctora em Biología (Biomedicina y Toxicología Ambiental) por la Uaç (Portugal), y posgraduada en Biotecnología en Control Biológico. Desde marzo de 2019, trabaja en FRCT, siendo responsable del análisis y seguimiento de los programas regionales, nacionales e internacionales de I+D+i en las áreas de Biodiversidad, Agricultura, Medio Ambiente y Bioeconomía.
42 meses de trabajo
La ejecución de MOVE ha durado 42 meses, desde abril de 2018 hasta septiembre de 2021. La pandemia de la COVID-19 afectó al desarrollo de diversas acciones del proyecto, en particular a los talleres regionales con los actores locales para validar las herramientas MAES aplicadas en cada caso de estudio.
Para superar este reto, se replantearon aquellas las actividades que requerían una interacción física y se utilizaron preferentemente plataformas en línea para el desarrollo colaborativo y el intercambio de conocimientos que se pretendía. Sin embargo, debido a la sincronización e interdependencia de los resultados de todas las actividades de MOVE, fue necesaria una prórroga de seis meses para concluir el proyecto.
“Ha sido inspirador ver a las comunidades de ultramar de todo el mundo desempeñando un papel activo en el éxito de MOVE, desde expertos y responsables políticos hasta la sociedad civil. Estamos orgullosos del trabajo desarrollado, del impulso de la capacidad científica en las regiones participantes y de la facilitación de las políticas regionales. Esperamos avanzar aún más en la metodología y ver cómo el MAES se replica en más RUP y PTU de Europa”, afirma Carolina Parelho.
Los resultados de MOVE ponen de manifiesto los pasos necesarios para superar algunas barreras encontradas para el avance de MAES en Ultramar: el perfeccionamiento y la selección de los métodos adecuados para el avance de MAES y el apoyo a su aplicación, teniendo en cuenta las necesidades específicas y la disponibilidad de datos en cada una de las regiones participantes; una fuerte coordinación e integración de los métodos; la consolidación y expansión de una red de conocimiento de los ecosistemas de ultramar de la UE, mediante la ampliación de la comunidad MOVE a través de la conexión con las iniciativas existentes; el desarrollo y la difusión de directrices de buenas prácticas para mejorar la aplicación de políticas en las RUP y los PTU. Estos son los retos que está abordando el proyecto MOVE-ON en curso, el cual dará continuidad al trabajo realizado hasta ahora por su antedecesor.