El vicerrector de Investigación y Transferencia de la ULPGC, Sebastián López, el presidente de la SEA, Héctor Pula, y el director del GIA, Juan Manuel Afonso, clausuran un congreso que se cerró con una conferencia magistral de la catedrática Marisol Izquierdo
La experta en acuicultura, que afirma que la nutrición de las larvas es “clave” para el engorde adecuado de los ejemplares, destacó que la supervivencia que se ha obtenido en criaderos semi intensivos es “mucho mayor” que en ‘hatcheries’ comerciales, llegando a alcanzar hasta un 90%
El XIX Congreso Nacional de Acuicultura (CNA), organizado por la Sociedad Española de Acuicultura, en colaboración con el Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) fue clausurado en la tarde de ayer miércoles, 19 de junio, en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.
El acto contó con la participación del vicerrector de Investigación y Transferencia de la ULPGC, Sebastián López, del presidente de la Sociedad Española de Acuicultura, Héctor Pula, y del director del GIA y presidente del comité organizador del congreso, Juan Manuel Afonso López.
De izquierda a derecha, en la mesa presidencial, Héctor Pula, Sebastián López y Juan Manual Afonso.
El vicerrector Sebastián López resaltó el hecho de que, por vez primera en la historia de la acuicultura española, la prestigiosa revista científica ‘Aquaculture’ (Elsevier) va a realizar un volumen monográfico especial para publicar los mejores trabajos científicos del XIX CNA “que cuentan con los mayores estándares de calidad y con la revisión por pares”. Señaló también que “Gran Canaria es el sitio idóneo para desarrollar este congreso, no solo por nuestro clima, por este magnífico Auditorio o por el cariño que le han puesto los organizadores, sino, también, porque la acuicultura es santo y seña de nuestra universidad y si en alguna disciplina científica destacamos, sin duda, es en esta a nivel mundial”.
Pula, por su parte, tuvo palabras de agradecimiento para las entidades colaboradoras, así como para los moderadores y los ponentes que han participado en este evento que, desde el pasado lunes, 17 de junio, ha reunido a más de 200 investigadores y expertos en el sector, y destacó que “en este congreso se ha visualizado la gran diversidad de especies que ahora mismo están en estudio, lo que da una imagen de la riqueza de las investigaciones que se está desarrollando en España, con un gran potencial para ser introducidas en la explotación comercial”.
La nutrición larvaria, clave
Antes del acto de clausura, la catedrática en Acuicultura (Zoología) de la ULPGC, Marisol Izquierdo López, también perteneciente al GIA, llevó a cabo la conferencia de cierre del XIX CNA bajo el título ‘Nutrición larvaria: elemento clave para un engorde óptimo’.
Izquierdo fue presentada por el director del GIA, Juan Manuel Afonso López, quien destacó que la acuicultura que se desarrolla en la ULPGC “se la debemos” a la labor de esta científica a la que “se le ocurrió la idea en 1990 de estructurar en un grupo toda la actividad de las personas que hacíamos acuicultura en diferentes áreas en la ULPGC, alrededor de un solo paraguas para tener un mayor potencial”.
Afonso López destacó el trabajo de Izquierdo, quien ha realizado “más de 200 papers y casi 100 proyectos de investigación competitivos” -expresó-, no solo por su papel en la investigación científica, sino, además, en la política científica logrando financiación e incrementado el nivel del I+D de la ULPGC.
“Queríamos cerrar el congreso dándole gran importancia a la nutrición y a su relevancia en la acuicultura, ya que más del 60% de los costes de mantenimiento del engorde de ejemplares” en el sector “se destinan” a este ámbito. “Los demás aspectos son importantes, pero la nutrición es esencial en el mundo de la acuicultura”, resaltó.
En este sentido, Marisol Izquierdo destacó la importancia de la nutrición de las larvas de peces marinos no solamente para la producción de alevines en los criaderos, sino también para el crecimiento de estos durante todo el proceso de engorde.
Marisol Izquierdo durante la Ponencia de Clausura.
“Como sucede en las personas, la historia nutricional, es decir, la pauta de alimentación, durante los primeros estadios del desarrollo, deja una huella que perdura en el alevín y en el pez adulto. Incluso la alimentación de los progenitores se verá reflejada en el crecimiento y la salud de la progenie”, aseguró.
Este fenómeno, conocido como programación nutricional, explicó, “consiste en el efecto que la alimentación y los nutrientes tienen en algunos periodos críticos de la vida y que pueden programar el desarrollo, metabolismo y salud del organismo para el futuro. De esta forma, los genes de la progenie se verán afectados epigenéticamente modulando su expresión de una forma programada”.
La catedrática destacó que la supervivencia que se ha obtenido en criaderos semi intensivos es mucho mayor que en ‘hatcheries’ comerciales, llegando a alcanzar hasta un 90% más. “Hay un estudio -explicó- recientemente publicado sobre los resultados de cuatro ‘hatcheries’ comerciales de dorada en donde se constata que la supervivencia media a día 50 de las larvas es aproximadamente de un 26%” un dato, que, en su opinión, “es bajo”.
“Muchas veces pensamos que, si sobrevive el 25% de las larvas, quiere decir que va a sobrevivir el 25% más fuerte, el más robusto y de mejor calidad. Sin embargo, “sabemos -precisó Izquierdo- que las larvas de peces marinos tienen un potencial de supervivencia muchísimo mayor del que realmente tienen en ‘hatcheries’ intensivas”. De hecho, continuó, “cuando hacemos la producción en sistemas semi intensivos o tipo mesocosmos la supervivencia puede incrementarse, en el caso de las larvas de dorada, entre el 40% y hasta, incluso, el 90%”
Izquierdo indicó que se ha avanzado mucho en el conocimiento de la nutrición larvaria, particularmente en los últimos 10 años, en los que se ha duplicado el número de publicaciones científicas en este tema. Esta información, sobre nutrientes como las proteínas, los omega-3 y algunas vitaminas y minerales, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías en la producción de dietas microscópicas, afirmó la catedrática, “ha favorecido la aparición en el mercado de micro dietas de alta calidad”.
“Sin embargo, aún quedan muchos retos por resolver como son el estudio del desarrollo larvario en especies nuevas para la acuicultura y la determinación de sus requerimientos. Esta información, además de permitir la expansión de estas nuevas especies, podrá ser aplicada también a otras ramas de la ciencia como las pesqueras, e incluso en otras especies de vertebrados, utilizando las larvas como modelo para resolver cuestiones incluso de salud humana”, concluyó.