La investigación, apoyada por la principal empresa de acuicultura mundial, permitirá alimentar esta especie clave para la acuicultura mediterránea con ingredientes novedosos, como las harinas de aves o el aceite de microalgas, que fomenta el crecimiento de la economía circular
El 90% de las lubinas que se consumen en Europa provienen de la acuicultura, con lo que avances que mejoran tanto la calidad del pescado como la sostenibilidad de su alimentación suponen un alto beneficio para toda la sociedad
El Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha demostrado que la lubina procedente de la acuicultura, seleccionada genéticamente y criada con el uso de dietas alternativas, más sostenibles, mejora su calidad y características nutricionales para el consumo humano.
Es decir, que tanto la selección genética como la alimentación con productos sostenibles dan como resultado un ejemplar con menos grasa perivisceral y más ricos en nutrientes como el omega-3. Además, durante la cría se produce una retención más eficiente de las proteínas, con mejor coeficiente de digestibilidad para la proteína y aminoácidos de la dieta de los especímenes, aumentando así la disponibilidad de los nutrientes para la lubina.
Este es uno de los principales hallazgos del estudio titulado ‘Innovaciones Nutricionales en Genotipos Superiores de la Lubina (Dicentrarchus labrax): Implicaciones en el Rendimiento de los Peces y la Utilización del Alimento’ que ha sido publicado recientemente en ‘Aquaculture’, una de las revistas más reconocidas a nivel internacional relacionada con la investigación en acuicultura.
El principal objetivo de esta investigación era determinar la eficacia de la selección genética para el crecimiento de la lubina, que en un 90% se comercializa a través de ejemplares procedentes de la acuicultura, hasta rozar las 300.000 toneladas anuales.
El trabajo, que se enmarca dentro del proyecto AquaIMPACT – Genomic and Nutritional Innovations for Genetically Superior Farmed Fish - financiado por la Unión Europea dentro del programa Horizon 2020, permitió, además, presentar una dieta alternativa que pueda sustituir, de forma parcial, la harina de pescado por harina de ave y reemplazar totalmente el aceite de pescado por una mezcla de aceite de ave con un nuevo aceite de microalgas, algo que constituye todo un paso adelante en pro de la sostenibilidad para la industria de la acuicultura.
El apoyo específico al proyecto de Skretting, empresa noruega líder mundial en la fabricación y suministro de piensos para la acuicultura, demuestra el interés e importancia que tiene para la industria el desarrollo de la selección genética de los peces de acuicultura con el fin de aumentar su rendimiento productivo, algo que se ha venido demostrando en los últimos años. Y es que la propia selección genética aumenta la tasa de crecimiento de los animales y, por tanto, reduce el tiempo de crianza y la inversión necesaria para conseguir la talla comercial que las lubinas necesitan para salir a la venta.
La investigación, liderada por Daniel Montero, y en la que participan Marta Carvalho, Antonio Serradell, Rafael Ginés, Félix Acosta y Silvia Torrecillas, del Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del Instituto Universitario ECOACUA, junto a otros investigadores de distintos centros universitarios de España, Italia, Francia y Noruega, demuestra, por tanto, que la selección genética de los peces ayuda a emplear nuevas estrategias nutricionales a la hora de producir piensos en el cultivo de peces, en el que se incluyen ingredientes mucho más sostenibles.
Fomento de la economía circular
El desarrollo sostenible de la industria acuícola se basa en el uso de materias primas alternativas convencionales y emergentes que contribuyan a una economía circular y que puedan reducir la dependencia de las harinas y aceites de pescado procedentes de poblaciones de peces oceánicos.
Además de los beneficios anteriormente citados, este estudio revela que los peces seleccionados presentan una grasa perivisceral significativamente menor que el genotipo no seleccionado, con un perfil nutricional del filete más rico, especialmente al aumentar los niveles de los ácidos grasos omega-3, especialmente de DHA, con importante valor nutricional para el consumidor.
Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron dos familias de alevines de peces obtenidos de reproductores de crianza seleccionados para un rasgo múltiple que incluía un alto crecimiento, o no seleccionados, o de tipo salvaje. A continuación, a ambas se les administró o bien una dieta de control basada en estándares comerciales con harina de pescado (20%) y aceite de pescado (7%) o bien se les proporcionó la mencionada dieta futura, basada en ingredientes más sostenibles reduciendo los ingredientes de pescado.
Desde el segundo mes de alimentación hasta el final del ensayo, la lubina de crianza seleccionada durante 7 generaciones obtuvo mejores resultados de crecimiento que el genotipo salvaje, relacionados con una mejor utilización del alimento y los nutrientes.
Además del Grupo de Investigación en Acuicultura de la ULPGC, que ha liderado esta iniciativa; en el estudio ha participado el Departamento de Biotecnología y Ciencias Naturales de la Universidad de Insubria (Italia), el Centro de Investigación de Acuicultura Skretting, de Noruega; y por parte de Francia: el centro de Explotación y Conservación de la Biodiversidad Marina (MARBEC) de la Universidad de Montpellier, la Unión de Criadores de Aves de Corral y Acuícolas en Francia (SYSAAF), y el Criadero Marino de Gravelines.