Una investigación de ECOAQUA, tras la última erupción de La Palma, permitirá mejorar la gestión de las comunidades marinas tras desastres naturales

Una investigación de ECOAQUA, tras la última erupción de La Palma, permitirá mejorar la gestión de las comunidades marinas tras desastres naturales

El estudio, publicado recientemente en la prestigiosa revista científica ‘Ecological Indicators’, posibilita la comprensión sobre cómo se forman los organismos desde su estado primario en estos eventos

Una investigación del Grupo de Biodiversidad y Conservación (BIOCON) del Instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), llevada a cabo durante el evento de colonización primaria de especies marinas tras la erupción del Volcán Tajogaite en La Palma, en septiembre de 2021, ha logrado aplicar un marco conceptual novedoso para mejorar la gestión de comunidades marinas tras desastres naturales.

Este estudio, que tiene aplicación directa a la gestión sostenible del medio marino de Canarias, puede contribuir al diseño de estrategias de conservación que ayuden a cumplir los objetivos trazados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) y la estrategia 2030 de la Unión Europea para la conservación de los océanos.

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La investigación, dirigida por el investigador de BIOCON, Néstor E. Bosch, ha tenido como objetivo principal comprender cómo se forman las comunidades de organismos desde un estado primario, denominado proceso de sucesión primaria, en las coladas submarinas del volcán Tajogaite. Para ello, se realizaron censos de biodiversidad de peces y hábitats bentónicos a través de técnicas de buceo científico, las cuales se llevaron a cabo trimestralmente por un período de 14 meses.

La principal novedad de este estudio para la comunidad científica es que se basó en la aplicación de un marco conceptual basado en la cuantificación de indicadores ecológicos dinámicos que son aquellos que tienen en cuenta, no solo el número de especies -su riqueza-, la cantidad -su abundancia- y el peso -su biomasa- de organismos presentes (indicadores estáticos), sino también la tasa, la rapidez, a la que estos se producen y se regeneran durante el proceso de sucesión primaria.

El artículo que recoge este estudio, en el que también participan los investigadores del instituto universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (ECOAQUA), Sandra Navarro Mayoral, Fernando Espino, Francisco Otero-Ferrer, Ricardo Haroun y Fernando Tuya, lleva por título ‘Indicadores Ecológicos Dinámicos Informan sobre la Gestión Marina Sostenible tras un Evento Natural Catastrófico’ (‘Process-based Metrics Inform Sustainable Marine Management after a Catastrophic Natural Event’) y se ha publicado recientemente en ‘Ecological Indicators’.

Se trata de una prestigiosa revista internacional de alto impacto (Factor 7) que proporciona un foro que visibiliza los nuevos avances científicos que contribuyen al seguimiento y evaluación de las comunidades ecológicas con implicaciones directas para su gestión. Esta publicación se encuentra dentro del primer cuartil (Q1) en la categoría de Ciencias Ambientales, en la posición 25 de un total de 359 revistas.

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Más producción, menos peso

El estudio, en el que se compara la sucesión de comunidades de peces tras un evento natural catastrófico, una erupción volcánica, y la formación de arrecifes incipientes a través de métricas complementarias, revela que, durante las primeras fases del desarrollo de la comunidad, la productividad de los peces aumentó exponencialmente, mientras que la recuperación de su biomasa, de su peso, se retrasó considerablemente.

Un hallazgo que pone de relieve las elevadas tasas de sustitución de biomasa, es decir, de su renovación en el sistema. Esta respuesta amortiguadora (mayor producción por unidad de biomasa) se predijo mejor mediante el tamaño corporal medio de la comunidad, lo que pone de manifiesto el papel de los mecanismos ecológicos compensatorios durante la sucesión ecológica primaria.

Los rasgos relacionados con la adquisición de recursos, en particular el aprovechamiento de los subsidios energéticos planctónicos, mejoraron aún más la biomasa de peces prevista y la productividad a escala local.

De esta forma, este estudio es muy importante de cara a la creciente demanda de información para la planificación de la conservación y la gestión mediante métricas complementarias que ofrezcan una comprensión matizada del funcionamiento de los ecosistemas.

En palabras del investigador Néstor E. Bosch, la erupción del volcán Tajogaite en La Palma, que fue una “oportunidad única para los científicos” proporcionando un “laboratorio natural” para comprender la dinámica temporal de las comunidades ecológicas, es un claro ejemplo de “cómo estos eventos pueden transformar la vida de las comunidades locales que dependían en gran medida de actividades que se vieron perjudicadas directa e indirectamente por las coladas del volcán, tales como la agricultura, la pesca y el turismo”.

Los resultados indican que, durante los procesos de sucesión primaria, la trayectoria de estos indicadores dinámicos difiere en gran medida de los estáticos que se utilizan tradicionalmente para informar sobre la gestión sostenible de ecosistemas tras desastres naturales.

“Esta discordancia -afirma el científico- tiene notables implicaciones para informar sobre la gestión de estos espacios, ya que, por ejemplo, el establecimiento de una zona de exclusión, tal y como como ocurre actualmente, conlleva unos costes socioeconómicos al no permitirse actividades como la pesca o el turismo. Por otro lado, explica Bosch, “abrir este espacio a estas actividades podría afectar negativamente a su capacidad de recuperación”.

Por todo ello, concluye el investigador, considerando la complementariedad de indicadores estáticos y dinámicos, “nuestro marco conceptual permite informar sobre el momento en el que actividades socioeconómicas como las pesquerías tienen más potencial para ser sostenibles a medio y largo plazo”.